La Ciudad de Sevilla

Enclavada a orillas del río Guadalquivir, Sevilla es una provincia llena de matices, testigo y heredera del cruce de culturas entre pueblos: tartesos, romanos, íberos, árabes y cristianos.

Capital de Andalucía, es la ciudad más poblada de esta comunidad y la cuarta de España. Su clima, sus gentes y sobre todo su gran patrimonio histórico y monumental convierten a Sevilla en una de las ciudades más visitadas del mundo y en la tercera ciudad más visitada del país.

Su casco antiguo es el más extenso de España y uno de los tres más grandes de toda Europa (por detrás de Génova y Venecia).

La capital andaluza destila alegría y bullicio en cada una de las calles y plazas que configuran su casco histórico, que alberga un interesante conjunto de construcciones, así como en sus barrios de hondo sabor popular, como el de Triana o La Macarena.

Entre sus monumentos más representativos se encuentran la Catedral (que incluye la Giralda), el Alcázar, el Archivo de Indias, la Torre del Oro o la plaza de España, de los que los tres primeros fueron declarados Patrimonio de la Humanidad por la Unesco de forma conjunta en 1987.

El puerto de Sevilla, antiguo puerto comercial con las Américas, es el único puerto marítimo de España en una ciudad de interior, pues el río Guadalquivir es navegable desde su desembocadura en Sanlúcar de Barrameda hasta la capital hispalense.

La ciudad cuenta también con numerosos parques y jardines, como los jardines de los Reales Alcázares, el parque de María Luisa, el parque de los príncipes o el jardín americano. En ellos se hallan integradas más de 750 especies y variedades vegetales de varias partes del mundo. Entre los árboles que por sus características y abundancia destacan con su floración, están las jacarandas y los naranjos amargos, responsables estos últimos del típico olor a azahar que impregna las calles de Sevilla en primavera.

Todo esto sin olvidar las numerosas terrazas, tascas y bares en los que poder practicar una de las costumbres más arraigadas y sabrosas de la ciudad: el "tapeo". En ellos podrás deleitarte con algunas de las tapas más típicas: el serranito, las espinacas con garbanzo, los montaditos de pringá o el adobo, entre otras.

"¡Qué arte tienes!". ¿Lo has escuchado? Es una de las expresiones coloquiales más utilizadas en Sevilla. Es una forma de elogiar la gracia de una persona, pero también su ingenio y su talento. Y es que en Sevilla el arte ocupa un papel fundamental de la vida, siendo la cuna de célebres figuras, como Velázquez, Murillo, Bécquer, Machado y Cernuda.

En el siglo XX, Sevilla fue el escenario de dos acontecimientos que marcarían sin duda un antes y un después: la Exposición Iberoamericana de 1.929 y la Exposición Universal de 1.992. La primera dotó a la ciudad de un magnífico crecimiento cultural y arquitectónico, mientras que la segunda dejó un legado tecnológico.

Sevilla para muchos condensa la esencia de España: arte, gastronomía, fusión de culturas, historia… Una mezcla de elementos que hacen de esta ciudad de Andalucía un rincón único no sólo en nuestro país, sino en el resto del mundo.

En Sevilla las calles y plazas son lugares de encuentro en los que se respira bienestar, una especie de confort al aire libre que las convierte en una prolongación del hogar.

Nuestra forma de vida es intensa y positiva. Y sí, estamos deseando compartirla contigo.

¡Nos vemos en Sevilla!

Sevilla, capital de Andalucía, es la cuarta ciudad de España en cuanto al número de habitantes, alrededor de 700.000 en el término municipal. La población total de la capital y de los 105 pueblos de la provincia está repartida en un área de 14.042 kilómetros cuadrados.
A tan sólo 6 metros sobre el nivel del mar, en plena Vega y Campiña del río Guadalquivir, y a orillas de éste, conforma una aglomeración urbana que se extiende hacia el Aljarafe, Las Marismas, el Parque Nacional de Doñana, la Sierra Norte y la Sierra Sur.

Fuente: web www.sevilla.org

Sevilla, capital de Andalucía, ciudad romana, árabe, renacentista, barroca, americana, mariana, flamenca, torera, moderna, festiva, luminosa, perfumada, marinera, tradicional, hospitalaria, graciosa, cosmopolita, religiosa... Todos estos adjetivos y muchos más se podrían añadir a esta ciudad, que además de personificar el tópico de lo "español" y lo "andaluz", guarda tal cantidad de atractivos artísticos, culturales, de ocio, sociales y turísticos que sería prolijo enumerar; pero que la han convertido en una de las ciudades más universales, conocidas y visitadas del mundo, cuna e inspiración de escritores, pintores y artistas en general.

Resultaría imposible encontrar en una urbe tantos, tan variados y tan singulares monumentos y lugares de gran belleza como la Giralda, la Catedral, los Reales Alcázares, la Torre del Oro, el Patio de los Naranjos, la Maestranza, la Casa de Pilatos, la Plaza de España, el Parque de María Luisa, el Teatro de la Maestranza, el Palacio de San Telmo, el Archivo de Indias, el Barrio de Santa Cruz, la Lonja, el Palacio Arzobispal, la Fábrica de Tabacos, el Ayuntamiento, el Palacio de las Dueñas, la Torre de Don Fadrique, las Murallas, la Basílica de la Macarena, el Museo de Bellas Artes, el Museo de Arte Contemporáneo, la Alameda de Hércules, el Barrio de Triana, los puentes sobre el Guadalquivir, la Cartuja y las instalaciones de la Expo 92, los edificios de la Exposición de 1929, la Casa de Luca de Tena, los patios de sus casas tradicionales, los balcones y rejas, y un sinfín de iglesias, conventos y detalles que convierten su centro histórico en un museo al aire libre.

Si a todo ello le añadimos sus tabernas, su gastronomía, sus fiestas y la gracia y hospitalidad de sus gentes, nos resulta un conjunto lleno de colorido, dramatismo, luz, música, alegría, tradición y modernidad, difícil de igualar.

Fuente: web www.andalucia.org